domingo, 14 de diciembre de 2014

"Aceptamos el amor que creemos merecer"


            “Caminó a mi lado todo el tiempo prácticamente sin soltar mi mano. Halagó todas y cada una de mis frases inteligentes y se aburrió de mirar mis ojos con su rostro sonriente. Fue mucho más allá de cualquier palabra. Rompió distancias límite para otros y siguió aferrándose a la idea de que yo era perfecta para él.

             Lo acompañé en su avance hacia ninguna parte, cogida de su mano sudorosa. Asentí a todos sus halagos y negué aquellos que me parecían excesivos. Me sonrojé las mil veces que admiró mis ojos claros y le correspondí cuando decidió que las palabras sobraban.

             Pero en el fondo sabía que me estaba convenciendo de que debía ser el elegido porque en él residía todo lo que yo había pedido. No era mi ideal imaginario pero era de carne y hueso, al fin y al cabo. Me sorprendió darme cuenta de que en realidad no era lo que yo quería pero que, aún así, había decidido conformarme asumiendo y aceptando que, después de todo, las cosas ya no podían ser de otra manera.”

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