"No encontraba las palabras y
quizás es que tampoco las había. Sabía que él había estado tonteando con ella,
sabía que la soledad se convertiría en mi más fiel amiga sin que yo me diese
cuenta. Pero nunca pensé que fuese a suceder tan pronto.
Lo necesitaba. No se trataba
simplemente de amor porque él, ante todo, era mi mejor amigo y sin embargo
estaba allí, ausente, fingiendo que no nos encontrábamos en la misma
habitación, fingiendo que ni yo era su mujer, ni él mi marido, ni lo nuestro un
simple desengaño amoroso.
Yo solo necesitaba que él
confesara aquello que yo ya sabía, aquello que yo no me atrevía a pronunciar en
voz alta. Necesitaba que fuese él el que me dijese que lo nuestro no tenía
salida, que el amor, el suyo, se había extinguido.
Lo necesitaba porque ya no podía
soportar un minuto más, ya no podía aguantar ni una mirada ni una sonrisa. Ya
no podía ver sus caras sin sentir algo de dolor.
Me odiaba, porque a pesar de
saber que él prefería a otra yo lo seguía amando."
No hay comentarios:
Publicar un comentario