domingo, 29 de septiembre de 2013

Más drama para los dramáticos.


          Decidí, como decide un ciego, enfrentarme al mundo sumida en la oscuridad.

          Y así empieza otra vez, una etapa amarga y llena de preguntas que no siempre esperan respuesta. Así es como, de nuevo, nos enfrentamos a la realidad armados de coraje. Libramos la batalla con nosotros mismos y salimos milagrosamente ilesos de lo que en un principio pintaba ser el caos total, una muerte segura en el borde del abismo de la maldad perversa del mundo. Siempre contra nosotros.

          Siempre luchadores incansables de una batalla que comienza perdida. Siempre amantes a escondidas de una noche fría y triste entre las sábanas de alguna cama solitaria. 

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