sábado, 2 de marzo de 2013

"Fue más fácil correr bajo las granadas que caminar entre los escombros. "



           Desee, casi con desesperación, que aparecieras en mi vida, que irrumpieras de forma abrupta por la puerta de mi soledad, que calmaras este mar de lágrimas, que me ayudaras a aplacar todos los sentimientos que jamás he sabido describir.
           Deseaba, noche tras noche que aparecieras y me salvaras de un mundo que no me comprende. Te moldee  a mi antojo, te di vida, te proporcioné un corazón, aunque artificial, latía. Te di la más bella de las sonrisas que puede haber en un mundo carnal y humano, aunque tú no pertenezcas a él. Me morí una y mil veces por ti de tal forma que mi alma, rota en añicos, se hizo inmortal. 
           Me enseñaste a volar, a viajar por todos los rincones de tu mente, una mente que yo diseñé. Acaricié cada parte de tu anatomía de forma pausada, porque pensé que eras eterno. Fui la perfección para ti, aunque realmente yo carecía totalmente de ella.

Me dejé amar, porque aquello aunque irreal, era amor.

Pero es que aunque cueste mucho despedirme de ti, tengo que despertar.

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