Desee, casi con desesperación, que aparecieras en mi vida,
que irrumpieras de forma abrupta por la puerta de mi soledad, que calmaras este
mar de lágrimas, que me ayudaras a aplacar todos los sentimientos que jamás he
sabido describir.
Me enseñaste a volar, a viajar por todos los rincones de tu
mente, una mente que yo diseñé. Acaricié cada parte de tu anatomía de forma
pausada, porque pensé que eras eterno. Fui la perfección para ti, aunque
realmente yo carecía totalmente de ella.
Me dejé amar, porque aquello aunque irreal, era amor.
Pero es que aunque cueste mucho despedirme de ti, tengo que despertar.
waooo
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