"Me detengo a esperar lo inesperado, rezando para que
aparezcas pronto porque te necesito.
Tengo una herida de bala en el centro de mi pecho y ya no
soy capaz de pensar en otra cosa que no sea la muerte. La muerte y tú.
Ya no soy capaz ni de acordarme del autor de este disparo.
Solo espero que te encuentres bien. Solo espero que aparezcas pronto para que
me pueda despedir. Para que la alegría de nuestro reencuentro me permita
aguantar unos segundos más, aún sabiendo que tú tienes tu propia herida, aún
sabiendo que te pedí que no vinieses.
Aún sabiendo que la herida que dejaste en nuestro pasado más
atroz fue más certera y duradera."
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