sábado, 10 de agosto de 2013

Y pensar que no quería ir...

Nada es por casualidad.

       Un día, te ves entrando a un supermercado tras haber sido coaccionada por tu madre, preguntándote que va a ser de tu vida cuando no sabes a que te quieres dedicar y tampoco dispones del dinero suficiente para derrocharlo en una carrera que tampoco se deja querer.
       Al traspasar la puerta con tu carrito vacío caes en una espiral de incomprensión al darte cuenta de que alguien, una persona perteneciente a tu pasado, te espera junto a la las verduras y hortalizas con lo que puede ser la llave a la siguiente puerta de tu vida.
       Quizás, querido lector, no entiendas esta historia. Yo tampoco entendía la mía pero un día, hoy, entré a un supermercado, traspasé la puerta con mi carrito y una persona, esa persona, me entregó una llave a una posible salida laboral.

No todo está perdido… creo.

       

1 comentario:

  1. Creo que tu futuro lo tienes frente a ti en este mismo momento: tienes de veras mucho talento para escribir!

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