Nada es por casualidad.
Un día, te ves entrando a un supermercado tras haber sido coaccionada por tu madre, preguntándote que va a ser de tu vida cuando no sabes a que te
quieres dedicar y tampoco dispones del dinero suficiente para derrocharlo en
una carrera que tampoco se deja querer.
Al traspasar la puerta con tu carrito vacío caes en una
espiral de incomprensión al darte cuenta de que alguien, una persona perteneciente
a tu pasado, te espera junto a la las verduras y hortalizas con lo que puede
ser la llave a la siguiente puerta de tu vida.
Quizás, querido lector, no entiendas esta historia. Yo
tampoco entendía la mía pero un día, hoy, entré a un supermercado, traspasé la
puerta con mi carrito y una persona, esa persona, me entregó una llave a una
posible salida laboral.
No todo está perdido… creo.
Creo que tu futuro lo tienes frente a ti en este mismo momento: tienes de veras mucho talento para escribir!
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