"¿Qué querrá?" Me pregunto. Parece que estoy viviendo un flashback y todo vuelve a repetirse.
¿De verdad se cree que soy así de ingenua? ¿De verdad espera
que no me enfade? ¿Por qué siempre elige el peor momento?
Respiro hondo intentando sacarme la angustia del pecho. Me
miento diciéndome que no será para lo que creo que es pero en el fondo ya
conozco el motivo.
¿Qué le voy a decir? ¿Por qué estoy tan nerviosa?
Mierda, siempre me hace lo mismo.
La pregunta importante es la siguiente: ¿Ha madurado lo
suficiente como para cambiar mi respuesta?
No puedo con esto, él me saca de quicio. Vuelve siempre con
lo mismo y yo quiero matarlo cada vez. Parece que no aprende y siempre me
decepciona y volvemos otra vez a empezar siendo yo la única gilipollas.
Lo que ha cambiado esta vez es que ya me he hartado de todo,
de todos. Esto es lo que ocurre: ya no le voy a dejar pasar una, se acabó.
Adiós confianza, adiós amistad, adiós todo.
Estoy harta de tratar con niños. Se creen que todo es un
juego, incluso el amor.
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