Solos, en medio de la noche parcialmente oscura por el
alumbrado público, sentados como antes en el banco del desahogo. Allí donde
solemos compartir las cosas que nos pasan, las cosas que escribimos sin saber
por qué. Allí donde la melancolía, la filosofía y los recuerdos son nuestro
único tema de conversación.
Extrañaba eso, los paseos nocturnos en el silencio de la
noche, la seguridad de saber que estoy contigo y que no pasará nada. La
tranquilidad de saber que te cuente lo que te cuente siempre me vas a entender.
Encantada de que seas tú y yo sea contigo y que las letras estén
siempre con nosotros.
hay mi giulietta como ¡¡te quiero!! querida
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