Video en YouTube (click en la imagen):
“Me encontraba desamparada. Sabía que nadie iba a
encontrarme aquí, entre los pinos y la maleza, entre el bosque de este pueblo
solitario. Tampoco estaba convencida de que quisiese que me encontrasen.
Pero tenía ese sentimiento de bipolaridad: quería que
alguien me encontrase para sentir que significaba algo. Quería poder creer que
alguna persona me echaba de menos, que importaba aunque fuese solo un poco. Pero a la
vez necesitaba quedarme allí, sola, decidiendo si el volver a casa seguía
siendo una opción contemplable para mí.
Me dije que solo se trataba de un enfado pasajero, que a la
mañana siguiente ni siquiera me acordaría de toda esta ira y que mi vida
continuaría sin freno como hasta ahora.
Pero es que aferrarme a esa idea me costaba tanto…Pensar en
seguir de esta manera me revolvía el estómago. Yo no quería quedarme aquí,
entre peleas y enfados, quería conocer el mundo, algo más allá de mi lúgubre
casa y de mi desoladora vida.
Quería cerciorarme de que ahí fuera, en el resto del mundo,
alguien podía demostrarme que sí se puede ser feliz de forma constante.”