NOTA
La verdad es que me encontraba súper inspirada pero ahora me
he quedado completamente en blanco. Pienso sobre las cosas que quiero escribir
y contar y me vienen un montón de ideas, pero a la hora de sentarme es como que
todo lo que tengo en la cabeza se me hace un lío y termino mezclándolo todo.
No sé qué me pasa. No es desmotivación porque tengo la
terrible urgencia de escribir a cada lugar al que voy. Me recuerda al pasado,
cuando nadie sabía nada y solo escribía para mí.
Tampoco sé muy bien a donde estoy enfocando todo esto porque
no es que escriba sobre un tema en concreto, simplemente es esto, estos
divagues que me asaltan por momentos y que me daba pena dejar en una libreta en
algún rincón de mi habitación.
El tema de Divagues Nocturnos fue lo siguiente: quería dejar
de ocultar lo que sentía y quería que otras personas leyesen lo que me pasaba,
cómo lo veía y como lo vivía, porque la verdad es que no puedo contener la
necesidad de escribir sobre cosas tan variadas y distantes y hay veces que
siento que estoy haciendo un lío tras otro y que la gente se queda un poco
colgada diciendo: “¿Y esta loca? Cada día escribe algo diferente que no tiene
nada que ver con lo anterior”.
Escribo sí, lo que pasa es que a diferencia de mucha gente
escribo lo que me viene a la cabeza, lo que vivo, las historias que me invento,
los encuentros que tengo, sentimientos, dolores, incógnitas y más divagues que
me vienen a la mente y que no puedo simplemente enterrar en alguna hoja de
algún cuaderno para no leerlo nunca.
Quería dejar claro esto y quería también divagar conmigo
misma para saber a donde quiero ir a partir de ahora, que rumbo quiero que tome
todo esto, porque no sé si la gente le ve algo a esto o simplemente se ríe de
lo que a una niña loca le da por escribir.
En fin, solo me queda agradecerte, querido lector, por detenerte a leer los sin sentidos de esta loca.
Muchas gracias.
Giulietta.
* * *
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