sábado, 17 de agosto de 2013

Indestructibles.


Tengo ganas de decirte tantas cosas. Tengo ganas de ver el tiempo pasar tranquilamente a nuestro lado, de creer que sin ti pierdo el equilibrio.
Siento que no hay nada que me pueda frenar cuando me miras de esa forma, cuando la vida se transforma en un parque de atracciones y cuando el universo, infinito, nos envuelve sin pudor.

No hay nada que pueda detenerme cuando siento que tu cuerpo, junto al mío, nos hace indestructibles.

sábado, 10 de agosto de 2013

Y pensar que no quería ir...

Nada es por casualidad.

       Un día, te ves entrando a un supermercado tras haber sido coaccionada por tu madre, preguntándote que va a ser de tu vida cuando no sabes a que te quieres dedicar y tampoco dispones del dinero suficiente para derrocharlo en una carrera que tampoco se deja querer.
       Al traspasar la puerta con tu carrito vacío caes en una espiral de incomprensión al darte cuenta de que alguien, una persona perteneciente a tu pasado, te espera junto a la las verduras y hortalizas con lo que puede ser la llave a la siguiente puerta de tu vida.
       Quizás, querido lector, no entiendas esta historia. Yo tampoco entendía la mía pero un día, hoy, entré a un supermercado, traspasé la puerta con mi carrito y una persona, esa persona, me entregó una llave a una posible salida laboral.

No todo está perdido… creo.

       

lunes, 5 de agosto de 2013

"Él"


       Quería dejar de pensar. Quería volver a mi propia historia, esa que me contaba para dormir y que, además, adormecía cualquier pensamiento negativo. Solo necesitaba unas horas de “vacaciones”. Necesitaba cerrar los ojos y dejarme llevar por un sueño que me transportase a otra vida menos dolorosa, en la que se tuviesen que tomar menos decisiones, en la que no tuviese que pensar en mi caótico futuro.

          Quizás no necesitaba otro mundo. Quizás le necesitara a él, a mi perfecto e idealizado “Él” porque aquello que sentía, aquel dolor, aquella atemporalidad tan estresante, aquella vida sin fin, aquel mundo perfecto, se transformaban en nada cuando él tocaba la puerta de mi mente, cuando aquel idealizado muchacho me venía a buscar y cuando yo, sin muchas atenciones, me dejaba arrastrar. 

viernes, 2 de agosto de 2013

See you soon.

                           
          "Me detengo a esperar lo inesperado, rezando para que aparezcas pronto porque te necesito.
          Tengo una herida de bala en el centro de mi pecho y ya no soy capaz de pensar en otra cosa que no sea la muerte. La muerte y tú.
           Ya no soy capaz ni de acordarme del autor de este disparo. Solo espero que te encuentres bien. Solo espero que aparezcas pronto para que me pueda despedir. Para que la alegría de nuestro reencuentro me permita aguantar unos segundos más, aún sabiendo que tú tienes tu propia herida, aún sabiendo que te pedí que no vinieses.
           Aún sabiendo que la herida que dejaste en nuestro pasado más atroz fue más certera y duradera."