miércoles, 30 de octubre de 2013

"Me cayó del cielo"

           

                Ayer fui a yoga. Estaba en mitad de una torsión acostada cuando comencé a pensar en las cosas que me habían ido pasando desde que me encontré con Bea en el supermercado, más concretamente desde que estoy en yoga.

            Se trata de esos pequeños momentos en los que te das cuenta de que las cosas gratis son las que más se disfrutan y más aún cuando te caen del cielo o te pasa algo “increíble”.

            Es el hecho de que justo en el año que crees que tienes perdido, descubres una herramienta llena de positivismo que te da la oportunidad de buscar un trabajo. Es la casualidad de hablar con alguien que te ofrece ir a un curso GRATUITO acerca de todos estos temas, que de repente se convierten en fundamentales para tu vida diaria y cotidiana.

            Es acompañar a alguien a cobrar su premio y llevártelo también. Es pensar en la guitarra y que te salga un “súper-profe”, es no esperar nada y recibir un regalo de valor incalculable. Son las cosas que te llueven y por las que nunca sueles dar las gracias de forma adecuada porque te faltan las palabras.

           Es ese momento en el que levantas la vista y dices: 
“Es increíble, ayer estaba pensando en la forma de reunir el dinero para  vernos y hoy estás aquí.” 

domingo, 27 de octubre de 2013

PARTE 8 - Domingo 27, día 8

             

             Y ahora estoy aquí, nadando en un mar de divagues nocturnos, preguntándome que será de mi mañana o pasado, o el año que viene.

 ¿Qué me deparará la vida?

              Si echamos la vista atrás me doy cuenta de que ha sido un año lleno de locura. Me ha tocado crecer y madurar, (por fin), a base de golpes y constantes caídas. He tenido que tomar decisiones que nunca me había planteado. Estoy haciendo yoga cosa que nunca me imaginé que haría, hice muy buenos amigos en la facultad (mi gran temor), me enfadé conmigo misma, lloré, reí, canté, me morí de vergüenza, “puchúm” y vuelta al presente.
              Ahora estoy de nuevo aquí, en este “limbo emocional” y lleno de preguntas, manteniéndome a flote, para no ahogarme, en este vaso de agua.

             ¿Qué será de mí? ¿Qué más me dejará escribir la vida? Y la pregunta más importante, ¿a quién le importa?

             De domingo a domingo, este especial nacido de la soledad de esta muchacha que siempre va de gris. El miércoles renovaré como siempre y luego el domingo y así sucesivamente.
              Esta “semana por capítulos” ha hecho que este 19 no me parezca tan aterrador ni tan solitario ni tan…tan. Desde mi último resquicio de cordura te agradezco haber pasado conmigo esta semana tan especial y tan cargada de recuerdos. 

              Con este sentimentalismo tan desconocido para mí: muchas gracias y
hasta luego.

sábado, 26 de octubre de 2013

PARTE 7 - "Horandelas, la selva y maravilloso."

    

                Mis “Pipupipupius”, mis “horandelas”, mis locos “Villanos favoritos”, mis “cerecillas”. ¿Qué hubiese sido sin ustedes en esa selva llena de “guarronas” en leggins, acosadores con acento madrileño y ataques de papiroflexia?

                ¿Cómo hubiese sobrevivido a las clases de Antonio?, ¿Con quién hubiese hecho “ingeniería de cafetería?, ¿Con quién hubiese estado en profundidad de periscopio?, ¿Con quién me hubiese atiborrado a frutos secos y café?, ¿Con quién hubiese comentado el atractivo tan poco común de Papá Oso?, ¿Con quién hubiese escuchado la música de “Pielsuave”?, ¿Con quién?

                Sin olvidarnos de los montaditos, nuestra base central, nuestra oficina, ni tampoco de las heridas en manos y pies en una excursión por el Confital, ni el magnífico atardecer posterior. Pero bueno, esto ya lo he dicho antes en: "Narnia y otras formas de destierro".

                Ha sido un año lleno. Lleno de tantas cosas y sin embargo siguen estando ahí y yo sigo estando aquí, en Narnia, extasiada de tanto amor y guardando la esperanza cada semana para que nos volvamos a ver.

               Los echo de menos incluso cuando todo me parece “maravilloso”.



viernes, 25 de octubre de 2013

PARTE 6 - De "Narnia" a "la Selva"


           Y me fui de ahí, con el corazón en un puño, con el temor de no hacer amigos, con el miedo en el cuerpo y el alma encogida. Si el instituto era una cárcel, aquello era la selva.

            Me subí a una guagua, sin saber muy bien que más hacer. Subí a Tafira depositando en aquel camino todas mis esperanzas.  Yo quería ser ingeniera, por lo menos llevaba mucho tiempo diciendo que quería serlo. No había plan B.

           Sabiendo o sin saberlo me convertí en vidente y anticipé muchas malas jugadas. Esta vez, el destino no me perdonó y me fue muy difícil admitir mi fracaso. Yo quería llegar a ser alguien, algo. Algo más que la Giulietta tan simple, mundana y carente de cualquier don, especialidad o característica fantástica.

           Pero no importó nada lo que yo quería porque caí, caí y caí.

           Menos mal que los tenía a ellos…

jueves, 24 de octubre de 2013

PARTE 5 - "Kilo, Kilopondio"

         

          Aprovechando este “tour” por mi vida quería, si me lo permiten, echar la vista atrás, mirar el camino recorrido, poder comprobar que las dudas, las piedras, los obstáculos siguen ahí detrás donde los dejé y poder centrarme, por fin, en las cosas buenas del pasado.

         Nací, cosa que no recuerdo, crecí hasta los 5 años y desperté. De los 5 a los 8 tengo vagos recuerdos de familia, lugares y acontecimientos que están grabados en mí. Algunos sin razón ni explicación coherente y otros con mucho cariño y recuerdo.
         A los 8 años me dijeron que iba a viajar a un lugar donde era “verano todo el año”. Comparado con los inviernos de Uruguay el de aquí es una tarde de primavera. Hice un viaje que supuso 3 aviones, muchas lágrimas, mucha esperanza y  poco entendimiento.

         Fui a un colegio estupendo donde tuve que aprender a crecer “pasito a pasito”, pero no me puedo quejar porque ella sigue estando ahí. Fueron 3 años durísimos llenos de sonrisas.

         Fui a un instituto realmente increíble. Aunque esto no lo supe hasta que me fui. Pasé 6 años deseando escapar de allí, terminar todo de una vez y marcharme para nunca volver. Lo llamaba “prisión” y aunque en muchas asignaturas lo fue, por diferentes motivos o funcionarios, (ejem…), no puedo ocultar el hecho de que allí crecí y maduré hasta pudrirme del aburrimiento.
         Allí en “High School Viento” como decía Yuliet, conocí a algunos locos a los que adoré y con los que me “enralé”, con los que canté, reí, “puchúm” y con otros muebles de Ikea con los que ni viví, ni me interesó hacerlo.

         Es importante que me detenga aquí, en este período de 6 años, porque sin ese paréntesis el 80% de la Giulietta que soy ahora dejaría de existir. Aquí es cuando pasé de ser “la niña rara y silenciosa” a “Giulietta la habladora” la de: “¡Carmen, cierra la ventana que me congelo!”, la que oficiaba las bodas en la guagua a Jaca. Soy la culpable de “meter mucho fuego” en peleas ajenas, la enamorada de las tardes con “Lisa y su guitrarra”. (No puedo escuchar Plan White t’s sin acordarme de ti) y la niña que perdió el móvil y el diente en una fiesta a la que no quería ir. 

         Allá quedarán los “cumpleaños felices” en clase de Bea, los “Boicots” en clase de Elba, el “¡Alejandro, quita tus patas pa’ allá!”, “¡pero piensa Mikel, piensa!”,  “Don Limpio” y su puto círculo cromático, los chocolates de Auxi, las rarezas de José Vicente, “Los pulsadores de Pasapalabra de Yuliet”, los botellones y  negocios oscuros de “Conti”, el "RococÓ" de Antonio y los llantos en el baño de las chicas.
         “Total, para lo que nos quedaba en el convento…” ¿verdad Alejandro? Te lo dice una desastrosa presentadora de orlas.
          Es por eso por lo que es tan importante, porque son muchas cosas. Cosas muy, muy buenas.

A todos un “Kilo Kilopondio” de mi parte. 

miércoles, 23 de octubre de 2013

PARTE 4 - El tiempo no perdona



         El sábado fui al karting. Hacía 
cuatro años que no me subía a uno y me agradó saber que había “avanzado” y que ahora podía conducir en una pista diferente con un kart más grande y bastante rápido. Lo que en realidad me quería decir aquel señor y aquel paseo es que ya me estaba haciendo vieja. Que el tiempo pasa para todos y que no perdona. Ni a mí ni a nadie.

          A parte de eso, pude disfrutar como nunca. Sentir el viento en la cara, el sonido del motor siendo acelerado, la adrenalina en las curvas cerradas, la velocidad, la noche despejada, los focos sobre mí…

          No se trata del placer material que es un regalo como ir a karting, se trata de lo quedó en mi a raíz del paseo. De todas esas sensaciones, de toda esa adrenalina. Se trata de la parte en la que salimos en familia, en la que nos reímos de nosotros mismos y en la que disfrutamos de forma inconsciente de los pequeños gestos gratuitos.

          Gracias Andrés por haberlo hecho mejor, por permitirme estar ahí aunque fuese tu premio. Gracias por dejarme ser partícipe de un regalo para ti, por ser parte de un recuerdo que ahora es tan importante para mí. Gracias.

martes, 22 de octubre de 2013

PARTE 3 - Espíritu Viejo


           El yoga ha entrado en mi vida. Esto es un hecho para muchos. Para otros debe de ser algo realmente revelador y para la mayoría simplemente se trata de algo que carece de importancia.

           Sorprendentemente he descubierto que la vida tiene un lado positivo. Lo tiene pero no en el extremo del fanatismo. Aún conservo el dramatismo aunque he dejado un poco aquella negatividad que me acompañaba. Apuesto a que muchos no me reconocerían ahora y menos cuando me pongo en mi papel de metafísica analizando el karma de cada uno. Pero ese es otro tema.

           Espero poder ser una buena profesora de yoga. Espero que, de la misma manera que ha sucedido para mí, lo sea también para muchos otros y que la vida y el universo me permitan hacerlo de la mejor manera posible.

           Aprovecho para agradecer, también, a mis compañeros de yoga que son estupendos. Gracias por dejarme llegar tarde, por ser así de serviciales, así de cariñosos y por dejar a este “espíritu viejo” intentar aprovechar esta magnífica oportunidad caída del cielo. 

lunes, 21 de octubre de 2013

PARTE 2 - De tormentas y cumpleaños

  
           Voy a cumplir 19 este 23 de octubre. Todo un acontecimiento.

           Nunca he disfrutado de ningún cumpleaños. No me llaman la atención y menos este que de especial tiene poco.

“Me encantan las buenas oportunidades, las saludo con la mano mientras las veo pasar.”

           No va por el tópico de hacerse mayor, de ver pasar los años y las oportunidades. Lo mío pasa por la celebración en sí, por la cara que debo poner, por los gestos que debo hacer…me parece todo tan fingido que no consigo pasármelo bien ni decir nada coherente. Parece que la celebración es para el resto, para reírse de ti y sumirte en una vergüenza que culmina con el “cumpleaños feliz”. A mí a veces me suena a marcha fúnebre, pero bueno…
           Estoy algo decepcionada conmigo misma. Esperaba más de mí. Esperaba poder cerrar algunos capítulos de mi vida que aún siguen abiertos e inacabados, pensaba tachar algunos puntos de la lista de “cosas para hacer” pero ahí están, pendientes.
           Esperaba un año así, lleno de emociones…como una montaña rusa. Esperaba que la vida, el destino o el universo me enseñasen una parte “inspiradora” con la que pudiese crecer un poquito más. Pero aún estoy atrapada en este “limbo emocional” y las dudas y el miedo me acompañan casi constantemente.

           A pesar de todo, me he podido permitir muchas cosas y es algo para agradecer. Porque aunque en estos días parezca mentira, siempre que he estado en medio de una tormenta ha habido alguien que me tendía un paraguas. 

domingo, 20 de octubre de 2013

PARTE 1 - Domingo 20, día 1

             
             Como cada domingo les traigo una entrada, lo que esta va a ser algo complicada porque va un poco por partes. Les explico. 
             Esta semana es realmente especial. Ya lo ha sido y lo será. Primero, quería gradecer a todos aquellos que se han podido permitir unos “minutitos” para leer las locuras que se me ocurren a ratos y porque para alguien como yo, que poco sabe de la vida y que poco esperaba cuando empezó, este camino es muy enriquecedor y digno de agradecer.
             Así que he pensado en subir una entrada por día, durante esta semana, para celebrar y agradecer varias cosas. Les animo a que comenten y critiquen.
             Este ha sido un año complicado, por decirlo suavemente. Muchas cosas, muchas decisiones, muchas lágrimas…pero ahí estaba yo contándoles mis miserias y divagues tardíos, y de alguna forma sentí que me podían entender o algo así…no sé.

             Por eso y por todo, gracias. Muchas gracias. 

             Así que...¿Preparados?




lunes, 14 de octubre de 2013

"El cobarde muere de miedo, pero el valiente solo muere una vez."

            Pero allí estaba ella, relatando todos esos horrores vividos durante una catástrofe de la que ya no se hablaba. Allí estaba ella, irradiando su encantadora vibración, sonriendo sin parar, aferrada a una guitarra prestada.

          Mientras las horas pasan y el horror sigue siendo relatado, observo a aquella mujer, delgada, minúscula, naranja. Aquella mujer que parece una muchacha cansada, cansada de tanta lucha.

          No pretendo que lo entiendan, pero es que así es como fue. Quizás podría haber sido un domingo aburrido, como cualquier otro, pero ella estaba allí después de casi treinta años, lúcida y llena de historias.

          Quizás tampoco llegues a entenderlo nunca, querido lector, pero lo que dejó en mi aquella pequeña mujer no soy capaz de ponerlo con palabras.

Ananda JiivaPrema

miércoles, 9 de octubre de 2013

"Josué" coma "raramente se equivoca"

Querido Josué:

           A pesar del pesimismo vivido durante las últimas semanas, pensé que quizás en el último momento podríamos olvidar que la distancia reinaría en estos días trágicos, cuando más te necesito a mi lado. Cuando más necesito tus siempre perturbadoras pero acertadas palabras.

           Yo tampoco cambiaría el día en que nos conocimos, fue como debió ser y no hay nada que decir al respecto. Reconozco que has sido un buen “profe” porque hoy, quizás intuyendo tu partida, “Robocop” ha decidido suicidarse. Pero nada que no pudiesen arreglar las manos de tu alumna.
           Muchas veces hemos dicho aquello de: “No podemos estar tan equivocados.” El mundo, Josué, vive en un error continuo y nosotros, ingenuos “ni-nis” equivocados, nos sumimos en una desesperación continua por entender algo de todo esto. Cualquiera que sea la razón de la equivocación del resto del mundo, nosotros nos entendemos y eso es lo que debería contar. ¿No?

            Al ver tus mensajes esta mañana comprendí el porqué de la urgencia del último reencuentro, pero he de confesar que las despedidas no son lo mío porque considero que ya han sido suficientes. Por eso, siempre que digo adiós prefiero pensar que es un “hasta luego”.

            Quisiera que tú también entendieses que te quiero, aunque el mundo sabe que no soy lo suficientemente valiente para decir estas dos palabras a la cara. A la de nadie. Quisiera que en esta distancia que nos separa no mirases la carencia del transporte, del wifi, de la compañía del otro. Quisiera que entendieses que en estos pocos kilómetros es donde se refuerza la amistad.
            Sobreviviremos a la soledad como hemos hecho antes, en los buenos y malos tiempos, entre la soledad tranquila de algún analgésico como “My Chemical Romance”. Aunque en el fondo recuerde todo lo que hemos hablado y que nadie más sabe.
            No voy a enfadarme cómo crees que haré. Me has sorprendido y esto raramente ocurre. No esperaba despertar con tus palabras y he de reconocer que me he emocionado.

            Quizás, y ojalá, recordemos este fabuloso período de tiempo, en un futuro, en la casa propia de alguno de nosotros, con una Coronita bien fría porque eso significará que nuestro poder adquisitivo ha aumentado considerablemente. Significará que podremos brindar con la satisfacción de un cambio a mejor prescindiendo de la cerveza “hasjhahssk” y el “FeeWay” (o FreezzyWay como prefieras).

           ¿Quién sabe cuando podrás leer estas palabras? ¿Quién sabe si alguna vez logro decirte con lujo de detalles lo mucho que te he necesitado durante tanto tiempo? ¿Quién sabe?
         Sin más, te dejo un caluroso abrazo y el deseo más sincero de volverte a ver.

Hasta luego,            

Giulietta.

domingo, 6 de octubre de 2013

Por si las dudas asaltan en alguna etapa de este camino:


        Por aquellas personas que viven la única verdad que existe, la suya. Para aquellos que disfrazan de amor muchos otros sentimientos y para aquellos soñadores y felices incansables que tanto asco dan por las mañanas.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Tú siempre tan original y yo tan "made in China"

-Te echo mucho de menos.
-Yo también.
-Pero es demasiado.
-¿Demasiado qué?
-Te echo de menos demasiado.
 -Ahh…Bueno, entonces 
estamos en las mismas. 
Te echo demasiado de menos.
-Pero que lo mío es en serio.
-Lo mío también.
-Necesito verte. A ti, a tu culo y a tus ojos. 
No necesariamente en ese orden.
-El domingo llega en 4 días.
-Es demasiado tiempo.

                                                                                           -Lo sé. Sé que es demasiado tiempo. La última vez que nos 
vimos salía de tu casa 
media borracha…y de eso
 hace también demasiado.