domingo, 26 de octubre de 2014

"It's better to feel pain than nothing at all"



         "Pensé que era yo la que deseaba llegar más lejos, la que quería recorrer la distancia más difícil. Pensé que tendría que actuar durante días, recurrir al palabreo, jugar con las cartas que me habían tocado.

          Pensé que sería tan difícil conseguir mi objetivo que me relajé pensando que me sobraba el tiempo. Creí, ingenuamente, que era yo la que llevaba el control de la situación pero, para mi sorpresa, solo fui capaz de sentir nervios, estupefacción y miedo ante lo desconocido y ante algo que acabó convirtiéndose en un completo error.

          Acabo la noche sumida en un silencio perturbador pensando en aquellas cosas que creo tener bajo control, sintiendo el miedo en cada poro de mi piel y despertándome en mitad de la noche pensando en que aquello vuelve otra vez a suceder."

jueves, 23 de octubre de 2014

Como cada 23 de Octubre...



           

           Este año no quería extenderme. Sí, he traspasado la barrera de las dos décadas. Se supone que todo lo que queda detrás son los recuerdos de una niñez complicada, de una adolescencia un tanto difícil y de un montón de imágenes desordenadas de momentos vividos y pasados.

            Sí, me cuesta aceptar el hecho de que ahora empiece mi vida con un 2 con lo poco que me gustan los números pares. Me cuesta también aceptar que tenga que ser correcta porque el momento de "descubrir" quedó atrás. Creo que lo que más me va a costar aceptar es que ya no veré la madurez como algo lejano sino como un hecho presente.

            Ya no tendrá sentido mentir para salir a descubrir el mundo prohibido. Se acabaron las épocas de pedir permiso para todo. Adiós a la seguridad de los brazos de mamá. Toca pelear con uñas  y dientes, aguantar las lágrimas, tomar aliento y continuar.

             La realidad es esta, la que elegí para mí. Elegí ser correcta, alocada en el sentido correcto, imperfecta cuando no quedaba de otra. Ejemplo para mi hermana, amiga para mis amigos, familia para mi familia. Elegí seguridad. Odiar las fiestas, amar el mar, dormir hasta que duela, llorar a escondidas. Tomé la decisión de seguir caminando bajo las tormentas, de enamorarme de cosas irreales, de vivir más en mi mundo que en este mundo.


             Decidí que haría aquello que quisiese hacer y no aquello que querían que hiciese y aún así, siento que he malgastado muchas oportunidades, he dejado pasar momentos, amigos, amores, lecciones…en fin, lo irrecuperable.

             Todo lo que he hecho ha sido por obra y voluntad propia. No puedo atribuirle mis incontables errores a nadie más. Soy la culpable de todo lo malo pero también de todo lo bueno.  

             He crecido con una familia que hizo lo imposible para hacerme feliz. He tenido unos padres impresionantes aunque nunca supe como decírselo. Tuve una maestra grandiosa, unos amigos perfectos para alimentar mi locura. Tengo una amiga-prima-hermana, (según se presente la ocasión), con la que he tenido mis más y mis menos pero que, sorprendentemente, siempre aparece cuando la necesito.

             He tenido un profesor de lengua que me animó a hacer esto: a amar a las letras, a sentirme bien contando esas cosas que nunca cuento. Tengo una hermana que es el blanco de mi negro y por la que mataría sin dudarlo aunque a ella tampoco sepa como decírselo. He podido abrazar de nuevo a mi amiga de la infancia, caminar al lado de mi primo, sentir el dolor de un adiós que nunca es hasta luego.

            He podido viajar, amar en secreto, llorar riendo, cantar gritando y soñar estando despierta. Me he sacado el carnet de conducir a la primera, he aprendido a ver lo positivo en la oscuridad más absoluta. He adquirido un hermano de otra madre. Conocí a los “Pipus”, dejé ingeniería y colapsé del estrés. Aprendí a jugar al “LOL”, probé el Diamante y rechacé a un amor. Me robaron, me pegaron y lo superé. Me tomé un año sabático y volví a estudiar (hola PDF de “Teoría del Buque” que debería estar leyendo). Mandé cartas a mano por correo, empecé en Yoga y encontré mi lugar favorito.

           20 otoños a base de recuerdos y aún sigo sintiéndome insegura.

           Este año no quería extenderme pero, joder, que sentimental me pongo los 22 de octubre a las 12:00.

           Sigo manteniendo el miedo al fracaso, sigo creyendo que lo bueno aún está por llegar, sigo esperando el por qué de un axioma irrelevante y me alegro profundamente de haber dejado ingeniería.

Giulietta

¿Ves? Lo malo se transforma en bueno y volvemos a empezar.
 NO TE RINDAS


*     *     *

domingo, 19 de octubre de 2014

Lo miré a los ojos y lo supe: no podría jamás sentir nada más por él.


           "Este era el límite, lo sabía perfectamente. Podría convertirse en un juego. Podríamos pasear de la mano cuantas veces quisiera, besarnos apasionadamente mirando el mar, sentir el fuego propio de la atracción y besarnos aún más…incluso sin sentido, pero nada más.

           No me veía capaz de fingir para complacerlo. Conocía dónde estaba mi límite y que estaba dando lo mejor de mí. También sabía que no sería suficiente, pero mi lado egoísta no quería dejarlo escapar.

            Por otro lado estaba él, mi perfecto idealizado e idolatrado hombre perfecto, haciéndome sonreír en mitad de la noche, consolándome en los momentos difíciles. Animándome a continuar.

¿Será que no soy capaz de sentir amor por nadie? ¿Será que ya estoy completamente enamorada de un ser invisible y por eso no puedo querer a nadie más?

             Lo que más me aterra es que no me desagrada este pensamiento. Es como si sólo estuviese constatando un hecho muy obvio: quiero a alguien que no existe pero tampoco quiero estar sola en la realidad.

             Los amantes presentes y futuros solo serán carnales y pasajeros para mí, es algo que de alguna forma comienzo a asumir. Sé que no podré amar nunca a nadie como lo amo a él, sé que no podré sentir nunca nada igual esto y, sobre todo, sé que nadie va a corresponderme de la misma manera. 

Este es solo un mundo físico para mí."  

domingo, 5 de octubre de 2014

Extremismo para los días difíciles.


         "¿Qué querrá?" Me pregunto. Parece que estoy viviendo un flashback y todo vuelve a repetirse.

¿De verdad se cree que soy así de ingenua? ¿De verdad espera que no me enfade? ¿Por qué siempre elige el peor momento?

         Respiro hondo intentando sacarme la angustia del pecho. Me miento diciéndome que no será para lo que creo que es pero en el fondo ya conozco el motivo.

¿Qué le voy a decir? ¿Por qué estoy tan nerviosa?
Mierda, siempre me hace lo mismo.

         La pregunta importante es la siguiente: ¿Ha madurado lo suficiente como para cambiar mi respuesta?

         No puedo con esto, él me saca de quicio. Vuelve siempre con lo mismo y yo quiero matarlo cada vez. Parece que no aprende y siempre me decepciona y volvemos otra vez a empezar siendo yo la única gilipollas.

         Lo que ha cambiado esta vez es que ya me he hartado de todo, de todos. Esto es lo que ocurre: ya no le voy a dejar pasar una, se acabó. Adiós confianza, adiós amistad, adiós todo.

         Estoy harta de tratar con niños. Se creen que todo es un juego, incluso el amor.